No, nunca. Recuerda que entre el sujeto y el verbo no puede haber signos de puntuación que los separe. Es fácil recordarlo en enunciados sencillos como «El perro buscó su hueso», pero ¿qué pasa con enunciados donde el sujeto es largo, tiene incluido otro verbo dentro de sí, y no sabes dónde acaba y empieza el predicado? Hay que tener especial cuidado con frases como «El perro pequeño y gris que vive con el vecino de mis padres buscó su hueso».

Recuerda: no ponemos coma que separe el sujeto y su acción.