Hay muchas personas a las que les cuesta diferenciar cuándo escribir si no o sino. Lo más fácil es colocar siempre sino junto, porque la mayor parte de las veces en que aparece es conjunción adversativa, una vez que hayamos descartado la posibilidad de que se trate de una secuencia formada por la conjunción si (introduce condicional) seguida del adverbio de negación no. Por ejemplo: Pablo retrocederá si no ve posibilidades. Atención a las expresiones dudosas como: Antonio irá el viernes si hace calor. No irá si no. (Se sobreentiende que no irá, si no hace calor).

En todos los demás casos irá junto, sino, para contraponer un concepto afirmativo a otro negativo expresado antes: No me refiero a ti, sino a tu forma de ver las cosas. Toma en ocasiones el valor de «excepto»: Nadie, sino tú, abrió la puerta. En correlación con «no solo», denota adición: No solo debes venir, sino también limpiar. También puede tener un valor cercano a «más que», «otra cosa que»: El rico no quiere sino enriquecerse.

Y también lo escribimos junto, cuando aparece como sustantivo masculino, sinónimo de destino: Nunca sabremos cuál será nuestro sino.

En resumen: descartamos que no sea condicional si más negación no; y si no es así, lo pondremos junto: sino.